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Poemas sobre el olivar

Poemas sobre el olivar


Jerónimo Calero

Romanza a dos voces

Habría que tener manos de aceite
y corazón de tierra generosa
para cantarte, olivo, en amorosa
romanza, que a la vez que con deleite

contara tus excelsas cualidades,
no silenciara las del hortelano
que lucha con tesón contra el desgano
cuando el cierzo predice adversidades.

Pues que los dos sois uno en carne viva
creciendo al alimón cual si la vida
os hubiera injertado en las raíces, 

yo destrenzo mi verso por partida 
doble, ya que, en rigor, todo deriva 
de una misma intención y habrá matices 

en los que se confundan fruto y sueño, 
rama y brazo, escarcha y esperanza, 
sin saber hacia dónde, la balanza 
caerá por fin, pues si es en el empeño 

que pone el hombre en su labor y el celo 
con el que poda, o cava la maleza, 
qué se podrá decir de la nobleza 
de este esqueje nacido a ras de suelo 

tan austero y sufrido, tan lejano 
de cualquier esplendor que sepa a vano 
tan prieto en su quebrada arquitectura 

que a más de humilde cabe en su figura 
(parte de Dios, y sin embargo humano) 
la recia sobriedad del aldeano 

que va de Enero a Enero pergeñando 
ilusiones al hilo de ese fruto 
que le ofrece el olivo en fiel tributo, 
tan generosamente, y tan callando, 

que apenas en susurro va rozando 
la lenta progresión de ese minuto 
que va desde la nada a lo absoluto 
de su caer alborotado y blando. 

Qué decir de esa luz que se desgrana 
en tímido repique de campana 
dibujando el color de la alianza. 

Cómo olvidar la mano campesina 
sin que suene por ella la ocarina 
con la que he acompañado mi romanza. 

Por eso mi canción se toma estela 
y deriva a merced de la corriente 
que la trae y la lleva en un fundente 
deseo de trazar la paralela 

razón, para llegar a esta gemela 
pronunciación, acaso diferente 
porque trata de unir por la tangente 
un círculo de luz y un alma en vela. 

Viejos olivos cincelando el viento. 
Hombres curtidos despertando auroras. 
¿Dónde se funden vuestras dos corrientes? 

Un mismo cauce, un parecido aliento 
y una misma raíz sobre las horas 
que tejen vuestros hilos diferentes.
.

 

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